sábado, 12 de julio de 2014

XXIII Festival Flamenco la Yerbabuena

Una noche más el duende hizo acto de presencia en la plaza del Cristo de la Veracruz de Las Cabezas en su festival flamenco de la Yerbabuena, que en esta edición estaba dedicada a Pedro de Miguel Hermida, uno de sus fundadores. Noche de arte, de cante profundo, de Flamenco. Noche de luna llena, de embrujo, noche inolvidable para el numeroso público que asistió al evento. Una imagen de Pedro de Miguel, con pose serena, pensativa, atenta, proyectada sobre una pantalla, ayudó a que muchos de los que lo conocieron lo sintieran cerca, como si nunca se hubiera marchado. Allí parecía ver como su festival seguía vivo, con aroma a yerbabuena fresca, con fuertes raíces que le auguran un buen futuro, sonando a flamenco antiguo pero con modernos acordes. 

Abrió la noche de cante Manuel Cordero, acompañado a la guitarra por Juan de Clemente, que estuvieron a la altura del festival y arrancaron varias ovaciones durante su actuación.


Tomás de Perrate llegó, vió y convenció. Hizo las delicias de los aficionados y aficionadas al flamenco con una potente y personalísima voz, con unos tientos y tangos que sonaron  como los de siempre. El guitarrista Antonio Malena fue el encargado de acompañarlo.


Tras la actuación del cantaor utrerano tuvo lugar el homenaje a Pedro de Miguel, en donde se hizo entrega a su familia de una placa conmemorativa de la Yerbabuena de Plata y un cuadro con el cartel original de la XXIII Yerbabuena, pintado por el pintor local Juan Bernabé britto.

En la imagen superior pueden ver a los hijos del Pedro de Miguel (Manuel, María y Juan Pedro).
En el centro José Ignacio Primo, gran amigo del homenajeado, que se encargó de recordarlo con un emocionante escrito, describiendo de manera poética a Pedro y a su universo. 
A la derecha, Margaret Guerrero, concejala de cultura del Ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan.


La Yerbabuena registró una gran entrada, aforo casi completo.


Para cerrar el festival llegaron dos fenómenos, el Pele y Dorantes, Dorantes y el Pele, dos artistas que firmaron un final apoteósico. Gran actuación que levantó de sus asientos a gran parte de los asistentes.

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